Premiar lo premiado
Luis de la Cruz
La frase se encajó en mi mente como un
dardo o una bala, sin saber de dónde provenía el disparo. Premiar lo premiado, me sonaba conocida, tal vez por similitud con
otra o por asociación de ideas. Premiar
lo premiado, así por tres días con sus noches estuvo enredada entre mis
neuronas, hasta que no pude más y salí a consultar a mis colegas del Taller
Literario.
—Premiar
lo premiado, me parece el título de un texto de la Editorial Patata —Me
aclaró Tony Salvatierra —lo que no recuerdo si es novela o poesía, aunque
también pudiera referirse a un concurso… ¿Por qué no consultas la Internet?
—Premiar
lo premiado es una forma
de vida, como decir una mano lava a la otra y las dos lavan la cara — Me
aseguró Ruper —aunque tengo mis dudas sobre esa frase…
Seguí pidiendo testimonios y
anotándolos en mi agenda, para después sacar mis propias conclusiones.
Itel Glez me comentó: —Premiar lo premiado, es un concurso al
que yo aposté todo y solo obtuve una pálida mención.
Quise conocer la opinión femenina y
Mareny Pérez me afirmó: — Premiar lo
premiado, es darse una vuelta, de vez en cuando por Galicia y regresar a la
patria cargada de euros y equipos de última generación…
Por su parte Sory me aportó: —Premiar lo premiado, es como tirarles
piedras a los cocos y tumbar una estrella o viceversa…
El Profe:
— Es nacer de pie y nunca ponerte de rodillas…bla, bla, bla...
La frase seguía martillando mi cabeza,
cuando la rubia hermosa y excéntrica (20 años más joven que yo) que siempre
pasaba en bicicleta a altas velocidades, sin detenerse ni ante una barricada,
frenó junto a mí, para hacerme unas preguntas sencillas:
—¿Es verdad que ganaste un premio
literario en España?
Pasada la sorpresa inicial le respondí:
—Sí, es un segundo premio…
—¿De cuánto?
—Un segundo premio…
—Te pregunté: ¿de – cuan – tos – eu –
ros?
—Creo que luego de deducciones e
impuestos se quedan en 2000, más o menos…
—¡2000! ¡Joder, Tío!
Y sin pensarlo dos veces, extrajo de su
cartera un móvil e hizo sus cuentas.
—2000 por 1.30 que es el valor de
cambio actual, son 2600 dólares…Toda una fortuna.
—Sí…algo...
—Invítame a salir.
—¡¿Cómo, si tú siempre estás apurada?!
Corriendo pareces un cometa, digo una estrella fugaz…
—Es el apuro de la vida cotidiana, pero
hay que sacar tiempo también para la poesía. ¿No lo crees?
Ahora aquí, entre tragos, entremeses y
cabelleras de oro, la frase Premiar lo
premiado ha ido tomando otra connotación. Aunque no se ha borrado
totalmente, su tintineo se ha hecho agradable como campanita de Navidad. Premiar lo premiado ¡Mira tú que cosa!
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