La bola
Mayra Rosa Soris Santos
Es un día duro para Fred, la
competencia se torna cada vez más calificada. Debe permanecer muy atento para
no dejarse dominar por los demás obreros. Su padre lo educó para ser un
trabajador capaz. Trata de poner en
práctica todos los conocimientos adquiridos, aunque en ocasiones, se torna
difícil la situación. La calidad de la mercancía ha mermado en los últimos
tiempos, provocando que la confección de las bolas lleve a un agotamiento
extremo; casi insoportable. Por si fuera poco, su compañera es bien exigente, todo
el tiempo encima de la bola, engrandeciéndola, sacando brillo por secciones
hasta quedar como zapato recién lustrado. Siempre requiriendo: “¡vuelve atrás,
queda un poro en este sector!”, “¡vamos, date prisa, nos están
alcanzando!”
Fred, a pesar de ser uno de los
trabajadores más fuertes y emprendedores, no es reconocido. Pertenece al
Sindicato y al Partido de los Coprófagos; no obstante, pasa inadvertido como
uno más del montón. Eso sí, nadie puede quitarle el mérito de ser exquisito y
selectivo a la hora de elegir la materia prima para trabajar: la más nutritiva
y sustanciosa.
Hoy llegaron antes al arsenal de la
mercancía, tomando ventaja a la hora de escoger el mejor material, mas si no
andan pianos, el presidente del Partido, que utiliza su poder para apropiarse
indebidamente de lo que no le pertenece,
desviando los recursos de la colonia en beneficio propio, les hubiera
propinado una gran pérdida. Fred, no se deja amedrentar esta vez, se planta en
posición de combate delante de la bola, que comenzaba a coger forma y le
comunica lo más intimidante que pudo: “¡Atrévete a dar un paso más!” Algunos
obreros comienzan a acercarse y forman una trinchera junto a Fred, lo que hizo retroceder al presidente con
signos de preocupación.
En la tarde, la bola se encuentra a
punto de ser trasladada hasta el boquete de la gruta, donde será depositada
para seguir cumpliendo otras funciones. Deciden tomar un descanso, Fred se
aleja un poco para estar a solas. Se siente orgulloso, no puede creer lo que ha
logrado, es la admiración de toda la colonia; el único que se ha enfrentado a
tal personaje, recibiendo el apoyo de todos sus compañeros, ¡si su padre le
hubiese visto!
Tan ensimismado está, repasando una y
otra vez lo acontecido que no supo de qué manera quedó boca arriba y comenzó a
ser arrastrado. Desde su posición podía mover sus patas, pero no su cuerpo. Al
divisar trozos de cielo con nubes,
mariposas naranjas y el reverso de hojas y flores, se sintió bendecido
por descubrir tanta belleza. Comunica al viento una y otra vez: ¡Soy Fred, el
escarabajo pelotero, hormigas negras me trasladan al paraíso!
Noviembre 2018
Santa Clara. Villa Clara
Cuba
Excelente cuento. Una metáfora de la cruda realidad global.
ResponderEliminarUn cuento muy bien escrito....y q nos muestra la cruda realidad del "escarabajo" y su lucha por la subsistencia. Felicidades a la escritora. Creo q escucharemos mucho mas de ella y lo ansiamos
ResponderEliminarFelicidades,muy bonito,eres única,sigue así
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