Amigos de Editorial Primigenios, buenos días. Alguien me dijo un día, en mis inicios como escritor, de que se escribe para ser leído, pero si la obra no se publica resulta difícil llegar a otros. Cuando ese maestro dijo eso, no existían ni Instagram, ni Gmail, ni los blog digitales, ni My Space, antecesor de Facebook, ni siquiera teníamos internet, computadoras, teléfonos inteligentes, por lo tanto, la frase no es utilizable para lo que deseo comentarles sobre el Concurso Internacional de cuentos Primigenios. Por lo general los autores que participan en certámenes literarios lo hacen con tres objetivos: publicar, conseguir reconocimiento y visibilidad o por el premio en metálico. El Concurso de Primigenios, convocado en colaboración con la Editorial Lunetra y el blog de Literatura cubana contemporánea Isliada.org, en su SEGUNDA edición ofreció esos tres objetivos, con una gran diferencia: fuimos publicando en el blog Memorias del Hombre Nuevo los cuentos enviados a la editori
En un momento no determinado de nuestras existencias emigramos y dejamos atrás nuestros más preciados tesoros: familias, amigos, libros y hasta alguna que otra tumba. Lo que creíamos como algo intangible, sobrenatural, desaparece mientras la nave sobrevuela. Ya no volveremos a ser de un solo lugar, para ser de muchos lugares a la vez. Perdemos nuestra memoria colectiva, para sobrevivir únicamente de nuestras personales memorias. Las Memorias del Hombre Nuevo: la mayor mentira del mundo.