Ir al contenido principal


 

Feromonas para Christine, por el amor de Celine

 

De Itanob

 

 

 

Estoy enamorada de una mujer y no entiendo por qué? Su nombre es Christine y es hermosa, muy hermosa…

Me llamo Celine, quien después de muchos años de estar huyendo de algo que ha causado terror en mí y en mi familia, los volví a ver.

Una noche llegue a su puerta tocando fuertemente y desesperada sin saber aún dónde me encontraba, Estaba casi desnuda, tuve que retirar mi ropa, si no lo hubiese hecho, quizás no estaría contando esta historia.

Siempre algo o alguien ha estado detrás de mí desde muy niña, un olor algo peculiar se encuentra impregnado en mí piel, pensé que solo yo podía sentirlo; bueno eso creía… este se produce debido a una alteración en mis hormonas, generándose un desorden debido a una fruta desconocida que consumí, causando alteración en mis feromonas sin importa tiempo, momento o lugar. Puedo controlarme sexualmente, pero los demás no. Con el pasar de los años esto se convirtió en una pesadilla, mi cuerpo se desarrolló empezándose a producir una viscosidad en mí; dejándome a un más vulnerable.

Christine, escuchó los golpes que provenían de su puerta trasera donde quedaba su jardín, ella no entendía por qué, si ese lugar era muy seguro y tampoco era fácil ingresar en él; con desesperación y angustia lo hice, no sé cómo, solo Dios y mi temor lo saben, toqué tan fuerte para que esa puerta se abriera rápidamente.

Interrumpí su tranquilidad, sin importar qué pudo haber estado soñando, tal vez se encontraba despierta pensando en cosas de la vida, en el pasado, en cosas de las cuales se podrían estar recordando en una noche como esa o quizás estaba pensando en mí, no lo sé, lo único que sabía en ese momento, era que necesitaba ayuda, y que estaría agradecida por siempre con la persona que abriera esa puerta y sin saberlo fue ella quien lo hizo.

“Supongo que no tuvo más remedio que levantarse de su cama asustada, ya que estuve a punto de derrumbarla en la forma que lo hice y también más a la hora que lo fue.” 

Cuando abrió la puerta, quedó perpleja al verme parada, desnuda y bastante golpeada; parecía que hubiese recibido una paliza, aunque la verdad realmente fue algo muy parecido a eso. Alguien aún no muy humano me atacó, volviendo hacerme vivir el mayor trauma de mi niñez, afortunadamente escape retirando mis ropas en un forcejeo ocultándome en ese jardín.  

Christine se encontraba sola en casa, ese lugar era lo único que le habían dejado sus padres, un regalo como muestra del amor que solo de esta forma pudieron demostrarle. Todo lo que en ese jardín se encontraba sembrado; aseguraría por siempre su vida.

Con ella vivía una señora quien no se encontraba ese día en casa, era quien se encargaba del cuidado de todo lo correspondiente del lugar, especialmente del jardín, los doctores no tenían tiempo suficiente para eso ya que este demandaba cuidados supremamente especiales.

Ellos dedicaron toda su vida a la investigación y el estudio de plantas ancestrales, lograron desarrollar, todo tipo de cura para muchas enfermedades, muchas de estas plantas fueron injertos con otras provenientes de lugares lejanos, pocos conocidos por la ciencia, había misterio y riqueza plantada en ese jardín, oculta ante los ojos de quienes no sabían su gran valor.

Nuestros padres fueron muy buenos amigos, éramos una familia, un vínculo especial nos unía, todo el tiempo permanecíamos explorando y descubriendo lugares increíbles, realizábamos largas travesías; aprendimos y conocimos demasiadas cosas bellas y fascinantes.

Pero en nuestro último viaje fue donde la pesadilla comenzó, un día fuimos de visita a casa de Christine, ellos vivían en otro país, al tiempo de estar juntos y compartir, mi padre nos dice que estábamos a una corta distancia de un lugar que ha llamado siempre su atención y que hasta ahora aún no han estado, que sería interesante ir hasta allá y conocerlo; fuimos entonces pero no fue fácil ingresar en él, se debía contar con un permiso especial, solo los miembros de su misma tribu eran los que habitaban en ella, se cuidaban y se protegían de todo aquel que quisieran explotar sus tierras. No sé cómo papa logro convencerlos o que les dijo, pero nos permitieron entrar, sus vidas eran primitivas y eso fue lo más interesante. Ese lugar era increíble, una verdadera obra de la naturaleza, rodeada por una extensa selva de plantas de las cuales aún no se encontraba en el jardín de la familia Owen. Las personas que habitaban en ese lugar se caracterizaban por sus rasgos físicos, habían evolucionado de forma natural, pero algo distinto. Nos mostraron y enseñaron cosas diferentes de todo lo que ya habíamos visto en otras partes, nos contaron varias historias, pero solo una llamó por completo la atención de nuestros padres, olvidándose por unos instante de nuestra presencia, esa historia hablaba sobre la existencia de seres dentro y fuera de estas tierras, hallándose un portal oculto en aquel lugar, entonces en ese instante mis ojos se extraviaron, alejándome de ellos, llamando algo mi atención y me separé, Christine fue conmigo, no sé cuánto caminamos ya cansadas y con hambre serendipiamente (hallazgo afortunado e inesperado cuando se busca otra cosa) encontramos una fruta, solo había una entre tantos árboles, la tome y cuando la mordí, en ese instante mi cuerpo quedó en un estado casi catatónico, a punto de perder la razón miré a Christine para que no la mordiera, en ese momento una criatura con facciones casi humanas, me sujeto fuertemente pretendiendo llevarme con él era viejo. Asusto demasiado a Christine, ella grito tan fuerte, que me soltó y se ocultó rápidamente sin poder ver en donde, cuando me hallaron, aún me encontraba con vida, mi cuerpo presentaba hematomas por lo fuerte que me sostuvo, casi muero ese día; Christine estaba bien solo sufrió un trauma por lo vivido en el momento. Nunca vieron a nadie junto a nosotras ese día, seguramente ese portal estaba cerca donde pudo haberse ocultado.

Me trasladaron de inmediato a un hospital de mi país; cuando desperté sentí un sabor Inefable en mi boca, no sabía por qué, (algo increíble que no puede ser expresado con palabras) mi madre yacía junto a la cama donde duré un tiempo; sabía lo mucho que me amaba, lo sabía porque siempre me lo decía e igual yo a ella; al verme despertar la sonrisa en su rostro borro la cantidad de lágrimas que sus ojos por tres días derramaron por mi, pude ver la felicidad en su mirada. Mi padre se encontraba afuera de la habitación y en ese momento entró dando aviso a los doctores, quedaron sorprendidos al verme despierta, imaginaron  que no lo lograría púes la gravedad de mi estado daban a entender eso, debieron suponer que tal vez los pocos residuos de fruta que encontraron en mi organismo, sería la causante de mi muerte. No conocían su composición, ni su procedencia, esta era etérea. (Extremadamente delicada y ligera, algo fuera de este mundo)

Después de un largo tiempo en recuperación mama no se apartaba de mi lado, papa si lo hacía pues su trabajo lo exigía.

Ese episodio destruyo el fuerte lapso de amistad entre ambas familias, culpándose ambos por el descuido, donde pasaron años sin contacto alguno.

Aquella noche Christine me observó detenidamente, no era normal su mirada, pero sabía lo que limerencemente pasaba en ella (estado mental involuntario propio atracción romántica de una persona hacia otra) mis feromonas estaban afectando su mente, podía ver en sus ojos como se alteraba con tan solo verme, vi como sus manos deseaban tocarme, como sus labios, y todo su cuerpo expresaban deseo por estar conmigo, cuando ingrese a su casa intenté evadir toda mirada y todo contacto alguno; luego me pregunto quién era? ¿Por qué me encontraba en su jardín? ¿Y qué me sucedía? sin responder a sus preguntas le pedí que me prestara su baño para darme una ducha, me sentía sucia; cuando salí, observé en ella la misma mirada, el mismo deseo, no entendía por qué, pero al igual les confieso que en mi sucedía hacia ella lo mismo desde que la vi.

Como lo mencioné anteriormente mis ropas se impregnan debido a mi cuerpo que segrega una especie de viscosidad, tengo que retirarlas rápidamente y limpiarme para neutralizar el olor por lo menos un poco, esa noche estuve muy cerca de ser atrapada, una especie de gusano o larva salió esta vez de entre mis ropas cuando se encontraban tiradas en el piso, tomándolas para absorberlas y tomar por completo forma humana, pero aún seguía siendo viejo. Lo vi mientras yo luchaba por entrar a esa casa.

Al salir del baño, Christine tenía ya ropas en sus manos, Nuevamente pregunta si me encuentro bien, ¿por qué estaba desnuda y temblando en su puerta? ¿Cómo había logrado entrar a su jardín? Seguía aún sin responder a todas sus preguntas. Sentí un leve rose de sus manos y en su tierna voz la tranquilidad después de mucho tiempo, vi en ella la dulzura de mi madre, supe entonces que existía otra mujer que podía llegar más allá de mi corazón.

Un desgarrador recuerdo también atormentaba mi vida, mama y yo nos encontrábamos solas en casa, y un día alguien ingreso sin que nos diéramos cuenta, un sueño profundo me tenía indefensa, mi cuerpo traspiraba fuerte e irregularmente lo cual atrajo su atención. Ella escucho un ruido, dándose cuenta en el instante que no estábamos solas, y que me encontraba en peligro, así que fue directo a mi cuarto, me despertó rápidamente y pidió que me quitara la ropa, me encerró en el baño y se impregnó con ellas para salvarme. Creo que ella  pudo sentir otra vez el temor por mi vida , alguien la atacó y la asesino, dejándome sola y con el dolor más profundo en el alma, dejándome triste, apagada y con el corazón envuelto en lágrimas por ella, por quien vivía y moría;  morí aquel día ante esa cruel realidad. Ahogándome cada día en mi propio llanto, por su perdida, por la muerte inesperada de mi madre a merced de un asesino. Vi pasar los años envuelta en soledad, vi como mi vida se marchaba con ellos. Recordando e imaginando momentos vividos y sin vivir. Vi pasar alegrías sin sentirlas y sentir tristezas en momentos de alegrías, Vi pasar el tiempo sin que este se detuviera.

Pues poco importaba la muerte en mi vida, si ya tenía tan profundas heridas.

Papa fue recluido en sitio de descanso mental. Tanto era el amor que sentía por mi madre que no pudo soportar su partida, sintiéndose culpable por su muerte, por no haber estado en ese momento para protegernos; su mente se desconectó en la búsqueda del responsable, dejándome aún más sola.

No sabía aún como responder a todas las preguntas que Christine hacía, no sabía con exactitud donde me encontraba y quien era ella, le pregunté que si esta era la casa del doctor Robert Owen y su esposa Claris. Quedando sorprendida al escuchar los nombres de sus padres… ¿quién eres? ¿Por qué preguntas por ellos? le dije que mi nombre era Celine quedando más sorprendida de lo que se encontraba, una inmensa alegría se reflejó en su rostro diciéndome el suyo, dándome un fuerte abrazo y haciendo más preguntas de las que ya había hecho, ¿que dónde había estado todo este tiempo? ¿Por qué no habíamos intentado comunicarnos con ellos? ¿Dónde se encontraban mis padres en ese momento? la verdad no sabía con claridad por qué dejamos todos de tener comunicación.

Me dijo que sus padres habían muerto, los habían asesinado y que sus muertes fueron en circunstancias muy extrañas.

Quede sorprendida por todo lo que me conto, pero aún más sorprendida en lo hermosa que era. No sé si eran mis hormonas o realmente sucedía algo más en mí, lo cierto es que era imposible dejar de mirarla, quería abrazarla, no sé si por la tristeza que sentía, por la alegría de verla nuevamente o por un amor que emergía de mi hacia ella en ese momento.

Realmente Christine se había convertido en una mujer muy hermosa, aprendió todo lo que pudo de sus padres y mucho más de lo que incluso ellos llegaron a enseñarle, era inteligente, audaz, tímida; su cuerpo desfogaba a su edad cualquier tipo de deseo. Si no me hubiese visto desnuda, hubiese pensado que era un hombre.

Debido a la inseguridad que constantemente vivía, tuve que cambiar mi aspecto físico tomando hormonas masculinas, para que estas me ayudaran hacer más fuerte.

Dijo que no imaginó que yo era quien me encontrara en su puerta frente a ella y mucho menos bajo esas condiciones, que le alegraba verme, que lamentaba también lo que a mis padres les había sucedido,  pero a diferencia era que uno de los míos seguía vivo y que quizás se podría hacer algo por él, dijo que me ayudaría en eso. Hablamos tanto y de tantas cosas de lo que nos sucedió en la vida que poco a poco y sin darnos cuenta, una atracción nos impulsaba cada vez más en una mirada, en una sonrisa y en un fuerte deseo, terminamos por guardar silencio y ese silencio avivó la cercanía, convirtiéndose esta en pasión, donde terminamos haciendo el amor. Jamás habíamos estado con una mujer. Pero esa noche fue diferente para ambas, solo queríamos estar juntas, la deseaba tanto que todos mis poros se abrieron por lo cálido de su cuerpo, me entregue a ella por completo y terminé impregnándola sin saberlo. Cuando desperté, ella estaba totalmente desnuda,  sentí el deseo que puede nacer de una mujer hacia otra y que el verdadero amor tarde que temprano te encuentra. Pero la felicidad no duro para mí, de repente aquel extraño olor lo siento en su piel, pensé que sería algo pasajero, le pedí que entráramos al baño con un beso, ocultando temor en mi comportamiento. Pero al salir, aquel olor sigue en ella, su cuerpo olía diferente, ella olía a mí.

Después de un rato de silencio y sin saber cómo contárselo tomé valor, tengo algo importante que decirte, espero que lo entiendas, tú ya haces parte de mi vida, pero sucede algo con migo, quiero que sepas que no fue mi intención colocarte en esta situación, pero estarás en peligro siempre si te vas o te quedas a mi lado. Recuerdas que anoche no respondí a todas tus preguntas, hay un olor en mi cuerpo desde el día que comí la fruta atrae a la cosa que vimos, ha estado detrás de mí por años. tu ahora llevas ese aroma en tu cuerpo no sé cómo pudo pasar, jamás había estado con alguien para saber que podía impregnarle, de verdad perdóname. La sentí y vi muy tranquila con todo lo que le contaba, le pregunté que si podía sentirlo respondió que no, ella sabía que podía hacer algo para eliminarlo, había confianza y tranquilidad en su voz, la ame más en aquel momento.

de tantas veces que hicimos el amor no nos dimos cuenta, que él ya se encontraba dentro de la casa y percató el olor también en ella, esperando el momento oportuno para atacarnos, ocultándose todo ese tiempo, creo que años atrás  ya había estado en esa casa, porque juro que revisamos y aseguramos todo. Días después, creamos una derivación de una planta que sus padres trajeron cerca donde se encontraba ese portal, de tantos intentos fallidos con otras  esta fue la que funciono. fui la primera en probarla donde en ese instante nos atacó, no entendía como alguien tan longevo podía someternos, la fuerza que tenía, no la podía comparar ni con la de mi padre, ví como sujeto por la fuerza y violó vilmente a Christine ante mí impotencia, , tapaba su boca haciéndolo una y otra vez, y mientras lo hacia él rejuvenecía; como podía estar pasando eso, no sabía porque , ella se encontraba ovulando y era el momento perfecto, ella no alcanzo a tomado la cura; quede inconsciente de tanto dolor, no sé si de los golpes que recibí en la luchado contra él o de la impotencia por ver todo lo que le sucedía a ella… Luego destruyó todo, llevándosela con sigo a un lugar desconocido.

Había perdido también a Christine, mi alma, mi corazón y mi mente se encontraba atrapada ante aquella penosa situación, otra vez estuve a punto de morir en vida. Pero por qué de nuevo? Me pregunte una y otra vez. Debía encontrarla y recuperarla, ya mi vida tenía sentido y era ella, ya la muerte cobraba valor.

La noche que llegué a casa de Christine, doña Raquel quien cuidaba de ella y de toda la casa, no se encontraba, había salido de viaje donde tardo poco tiempo en regresar, y cuando llegó todo estaba vacío, esta había sido saqueada, y el jardín destruido, la mayor parte de lo ocurrido fue por él, los saqueos se presentaron por personas que se dieron cuenta que estaba vacía ya que por varios días su puerta principal perduro abierta, cuando desperté olvide cerrarla al salir.

Doña Raquel no tenía ni la menor idea donde se encontraba Christine, no había ningún otro familiar donde pudiese estar, aquella escena se le hizo familiar, temia que le hubiese sucedido lo que un día paso con sus padres, quienes aparecieron muertos en circunstancias a un no establecidas en las investigaciones, las autoridades informaron que alguien ya se encontraba en la casa y que no entro por la fuerza, tomándolos desprevenidos, la primera en morir fue la doctora Claris que se encontraba en la cocina mientras preparaba algo de tomar para su esposo el doctor Robert Owen, él estaba en el laboratorio estudiando y creando antídotos para diferentes enfermedades que aparecieron. Ellas fueron quienes encontraron los cuerpos ya sin vida.

Muchas cosas pasaron por su cabeza de doña Raquel mientras intentaba saber dónde estaba Christine, incluso pensó que alguien le había hecho daño y que su cuerpo se encontraba sepultado en alguna parte de la casa, pero como saber dónde, lo más seguro era en el jardín, ya que se veía la tierra removida; desesperada hurgo teniendo la esperanza de poder encontrarla aún con vida, no sabía cuánto tiempo había pasado. Esperaba hallar su mano o sus ropas envuelta entre la tierra, no sabía realmente lo que podría encontrar. Busco por todas partes donde resaltaba la tierra y cuando no encontró nada por fin, su esperanza por hallarla con vida llenaba su corazón de sublime pálpito.

Se preguntaba qué había pasado mientras estuvo fuera de casa en tan poco tiempo, pregunto a las pocas personas que vivían a su alrededor, pero nadie dio información o vio algo al respecto.

Tardé varios días en recuperarme, mi situación económica no me permitía buscarla, tuve que recurrir a cosas de las cuales no me siento orgullosa, haciéndome pasar por alguien que no era para poder conseguir dinero y llegar al lugar donde fuese que estuviera, nunca dejaría de buscarla, pues mi vida no tenía sentido si no estaba junto a ella; estábamos perdidas entre el tiempo y la distancia, envueltas entre tanta niebla que no podíamos ver nuestros propios pasos y estos se acortaban a nuestro andar, recorríamos un camino sin dar alguno de ellos. Cada día el dolor era tan profundo como la herida en mi corazón y mientras más avanzaba mis ojos la perdían de vista en el tiempo que se presenta entre ella y yo, entre ese tiempo y el destino, entre ese tiempo y el olvido. Estabas tan pérdida que solo Dios podía verte, estoy tan desesperada que quizás no estaré ya en tu mente. Cada paso en ese largo camino busco un lugar donde poder encontrarte, opacas el olvido en mi memoria, y vives en mi soledad. Deseo poder tenerte a mi lado, tu aroma pertenece al viento y yo soplaré solo para ti, lo haré tan fuerte que podrás sentirme y aumentare tu amor por mí. Volverás aunque el tiempo se detenga en cualquier lugar, solo tú y yo podremos encontrarnos, amarnos y olvidarnos, pronto será el final de tan cruel agonía, recuérdame.  

El antídoto que Christine creó controló el desorden hormonal, había desaparecido el olor en mi cuerpo por ahora, por primera vez podía estar más tranquila.

Pasó el tiempo y anduve sin rumbo alguno, buscando la forma para regresar a casa, ya estando en mi país podía encontrar información que me ayudara a saber a qué me enfrentaría, solo había alguien que podía decirme más sobre ésta, y esa persona era mi padre. Pero cómo podría preguntarle a él si su mente aún estaba confusa? ¿Cómo podría saber si su mente aun recordaba algo que había pasado muchos años? solo él podía ayudarme, él era mi salvación en este momento debía recordar toda la historia que le fue contada sobre los seres que entraban y salían de esta tierra por medio de un portal. Ese día que me alejé de ellos, se quedaron escuchando atentamente todo, él tenía más información.

Cuando fui a visitarlo, su mente se encontraba  mejor, me sorprendí al ver que el tiempo para el ya no actuaba en su contra. Tardó unos segundo para reconocerme, por fin yo ya estaba en su memoria. Su mirada estaba fijamente puesta en mí, puedo decirles que en su abrazo, olvide su ingratitud por haberme olvidado, una inmensa alegría recorrió mi corazón de nuevo, por recordarme, aunque ya no me veía físicamente de la misma manera.

Después de abrasarnos lloré como nunca, todo mi dolor, mi miedo y mi tristeza papa lo pudo sentir; en ese instante quería morir en vida. luego consoló mi llanto y le pregunté que sí recordaba el día que me había extraviado? estaba tratando de hacerlo. Había a un muchas cosas en su cabeza, entre esto la fuerte discusión que tuvo con los padres de Christine, pues al igual ellos le reclamaron por qué su hija también se perdió ese día; culpándose entre ambos por quién de nosotras dos convenció a la otra para alejarse; acusaciones iban y venían, pero más fueron de mis padres hacia ellos porque fui la que realmente estuve en peligro, no se daban cuenta que solo éramos unas niñas y que la curiosidad nos llevó a cometer aquel casi fatal error. Entonces recordó todo lo sucedido en ese momento e incluso me contó algo más, dijo que esa criatura no era de otro lugar, si no de otro tiempo, que hasta el momento solo era él quien entraba y salía en busca de algo; que se ocultó y nos estuvo observando después de que nos encontraron.

Lo que me conto fue entonces que descubrí el lugar donde la pude hallar.

Tenía aún muy poco dinero, pero sabía que este me alcanzaría para poder llegar hasta allí; fue un largo viaje. Volví a ese lugar presentándome como la niña perdida para poder acceder, contándoles todo lo que sucedía, pero antes de llevarme a ese lugar me contaron otra historia que le había pasado a una hija de ellos, esa criatura también la tomo a la fuerza y la embarazo, luego cuando el niño nació vino por él y se lo llevo, que hasta ahora no saben nada de su paradero. Luego de eso me llevaron cerca donde creían saber quedar la entrada del portal. Cuando me encontré parada justamente en ese sitio, sentí a Christine, su aroma estaba cerca; no voy a negar que tenía un poco de miedo, algo desconocido se encontraba más allá de mi vista y debía enfrentarlo, pero más grande era mi temor si la perdía de nuevo, fue eso el motivo para tomar valor y cruzarlo, al hacerlo, todo a su alrededor era una extensa selva que cubría la mayor parte de mi vista, me di cuenta que estaba en otro tiempo y que lo cierto era que Christine se encontraba cerca. Aún no la podía ver, pero la ansiedad por tenerla pronto frente a mi descontrolaba mi mente, a unos pocos pasos encontré una escultura que parecía real, era humana, daban la impresión de estar vivo, pensé por un instante que era él, custodiaba esa entrada, era una especie de guardián y parecía olvidado. Había algo interesante en él, sus ojos eran diferentes, uno de ellos de color azul y el otro oscuro. La posición de su cuerpo y su mirada indicaban un lugar, caminé y mientras lo hacía sentí que me observaban, sentí varias presencias. No podía ver claramente que eran, pero me seguían, y se ocultaban, entre los árboles, al mirar atrás,  esa escultura ya no se encontraba parada en la entrada, no di importancia a eso. Entre más caminaba, más cerca la sentía, al fin pude ver a Christine, estaba viva, y estaba de nuevo ante mis ojos, no hubo palabra para describir lo que sentí en aquel momento, ya nada volvería a separar nuestro amor. No sé qué tiempo era ese, pero ella había cambiado un poco físicamente, aquí era mayor, pero eso no importó para mí, la amaba y solo quería estar junto a ella.

Aquel lugar era el mismo de donde acababa de entrar pero en otra línea de tiempo.

Unas niñas empezaron aparecer, estaban escondidas en todas partes, ellas se parecían un poco a mí, sus ojos eran azules como los mío, pero su piel era un poco más oscura, ellas eran las que me seguían, pero no vi al guardián por ningún lado, les pregunté por él, y nos dimos cuenta de que alguien más había y que no lo habían visto en todo ese tiempo. Debíamos salir rápido de ese lugar, él fue a informarle a la criatura de mi presencia.

Pero antes de salir Christine me dijo que todas ellas eran sus hijas y que no se marcharía sin ninguna, porque su padre quien se llama Itanob pretendía hacer algo con ellas, cuando entraran a la madurez y faltaba muy poco tiempo para eso.

Teníamos que regresar pronto a casa y producir más antídoto para todas. El asunto era que no contábamos con más planta para eso y que en ese lugar no había,  mucho menos en casa de Christine.

Itanob fue en búsqueda de miembros de su misma especie, que se encontraban en otro lugar no muy cerca, ocultos bajo cueva, eran una raza llamada Noboa, eran criaturas las cuales no se desarrollaron por completo, estaban viejas y pronto morirían, pero él no estaba dispuesto a que esto sucediera,  sus hijas eran la clave para impedirlo, les haría lo mismo que un día el hizo con Christine para volverlos jóvenes y fuertes.

Continuara…

Comentarios

Entradas populares de este blog

  Nuevos títulos de la editorial primigenios   Qué fácil sería si sólo se tratase de ser recíproco. Qué sencillo hubiese sido si no tuviese tanto que decir. Cuando el pasado 9 de marzo Héctor Reyes Reyes me envió el poemario "Veinte gritos contra la Revolución y una canción anarkizada ", para que le escribiera el prólogo, sentí que de algún modo nuestra amistad corría por los más sinceros senderos, y ¡eso que hacía nueve largos años que no nos veíamos! No recuerdo bien cómo conocí a Héctor, pero estoy casi seguro que fue al final de algún que otro malogrado concierto de rock o alguna madrugada a la sombra de un noctámbulo trovador, todo esto en nuestra natal ciudad Santa Clara. Lo que sí sé es que para finales de 1993 era ya un asiduo contertulio a mi terraza del barrio Sakenaf. Para ese entonces en nuestras charlas no hablábamos de poesía, y mucho menos de poetas, sino más bien sobre anécdotas y relatos históricos en derredor a mi maltrecho librero.Tendría Héctor unos 14 a
 Tengo menos de un dólar en mi cuenta de banco y sigo publicando libros de otros.   A menudo me pregunto si vale la pena el tiempo que dedico a publicar libros de otros. Son muchas horas a la semana. Los días se repiten uno tras otro. A veces, en las madrugadas me despierto a leer correos, mensajes y comentarios en las redes sociales sobre esos libros, a los que he dedicado muchas horas. Algunos de esos comentarios me hacen dudar de si estoy haciendo lo correcto. No por las emociones negativas que generan algunos de esos comentarios, escritos por supuestos conocedores de la literatura y el mundo de los libros. Desde hace mucho tiempo, estoy convencido de que existen dos tipos de personas en el mundo: los compasivos y los egoístas. Los compasivos (y me incluyo en ese grupo) vivimos en el lado de la luz, los egoístas no, por mucho que brillen en sus carreras, en sus vidas, o profesiones, son seres oscuros. Ayudar a otros, no pensar en uno, dedicar tiempo para que otros puedan lograr sus
 COMO SI ESTUVIERAN HECHOS DE ARCILLA AZUL COMPILACIÓN DE CUENTOS DEL SEGUNDO CONCURSO INTERNACIONAL PRIMIGENIOS Un maestro dijo una vez que se escribe para ser leído, pero si la obra no se publica, resulta difícil llegar a otros. En aquel entonces, no existían Instagram, Gmail, blogs digitales, ni siquiera teníamos internet, computadoras o teléfonos inteligentes. Por lo tanto, esa frase no es aplicable para explicar el Concurso Internacional de Cuentos Primigenios. Por lo general, los autores que participan en certámenes literarios tienen tres objetivos principales: publicar, obtener reconocimiento y visibilidad, o ganar un premio en metálico. El Concurso de Primigenios, organizado por la Editorial Lunetra y el blog de Literatura cubana contemporánea Isliada.org en su SEGUNDA edición, cumplió con estos tres objetivos, pero con una gran diferencia: los cuentos enviados a la editorial fueron publicados en el blog "Memorias del hombre nuevo". Aunque esto no es algo novedoso,