Feromonas para Christine, por el amor de Celine
De Itanob
Estoy enamorada de una mujer y no entiendo por qué? Su
nombre es Christine y es hermosa, muy hermosa…
Me llamo Celine, quien después de muchos años de estar
huyendo de algo que ha causado terror en mí y en mi familia, los volví a ver.
Una noche llegue a su puerta tocando fuertemente y
desesperada sin saber aún dónde me encontraba, Estaba casi desnuda, tuve que
retirar mi ropa, si no lo hubiese hecho, quizás no estaría contando esta
historia.
Siempre algo o alguien ha estado detrás de mí desde muy
niña, un olor algo peculiar se encuentra impregnado en mí piel, pensé que solo
yo podía sentirlo; bueno eso creía… este se produce debido a una alteración en
mis hormonas, generándose un desorden debido a una fruta desconocida que
consumí, causando alteración en mis feromonas sin importa tiempo, momento o lugar.
Puedo controlarme sexualmente, pero los demás no. Con el pasar de los años esto
se convirtió en una pesadilla, mi cuerpo se desarrolló empezándose a producir una
viscosidad en mí; dejándome a un más vulnerable.
Christine, escuchó los golpes que provenían de
su puerta trasera donde quedaba su jardín, ella no entendía por qué, si ese
lugar era muy seguro y tampoco era fácil ingresar en él; con desesperación y
angustia lo hice, no sé cómo, solo Dios y
mi temor lo saben, toqué tan fuerte para que esa puerta se abriera
rápidamente.
Interrumpí su
tranquilidad, sin importar qué pudo haber estado soñando, tal vez se encontraba
despierta pensando en cosas de la vida, en el pasado, en cosas de las cuales se
podrían estar recordando en una noche como esa o quizás estaba pensando en mí,
no lo sé, lo único que sabía en ese momento, era que necesitaba ayuda, y que
estaría agradecida por siempre con la persona que abriera esa puerta y sin
saberlo fue ella quien lo hizo.
“Supongo que no tuvo más
remedio que levantarse de su cama asustada, ya que estuve a punto de
derrumbarla en la forma que lo hice y también más a la hora que lo fue.”
Cuando abrió la puerta, quedó perpleja al verme parada, desnuda y bastante golpeada;
parecía que hubiese recibido una paliza, aunque la verdad realmente fue algo
muy parecido a eso. Alguien aún no muy humano me atacó, volviendo hacerme vivir
el mayor trauma de mi niñez, afortunadamente escape retirando mis ropas en un
forcejeo ocultándome en ese jardín.
Christine se encontraba sola en casa, ese lugar era lo
único que le habían dejado sus padres, un regalo como muestra del amor que solo
de esta forma pudieron demostrarle. Todo lo que en ese jardín se encontraba
sembrado; aseguraría por siempre su vida.
Con ella vivía una señora quien no se encontraba ese día en
casa, era quien se encargaba del cuidado de todo lo correspondiente del lugar,
especialmente del jardín, los doctores no tenían tiempo suficiente para eso ya
que este demandaba cuidados supremamente especiales.
Ellos dedicaron toda su vida a la investigación y el estudio
de plantas ancestrales, lograron desarrollar, todo tipo de cura para muchas
enfermedades, muchas de estas plantas fueron injertos con otras provenientes de
lugares lejanos, pocos conocidos por la ciencia, había misterio y riqueza
plantada en ese jardín, oculta ante los ojos de quienes no sabían su gran
valor.
Nuestros padres fueron muy buenos amigos, éramos una
familia, un vínculo especial nos unía, todo el tiempo permanecíamos explorando
y descubriendo lugares increíbles, realizábamos largas travesías; aprendimos y
conocimos demasiadas cosas bellas y fascinantes.
Pero en nuestro último viaje fue donde la pesadilla
comenzó, un día fuimos de visita a casa de Christine, ellos vivían en otro país,
al tiempo de estar juntos y compartir, mi padre nos dice que estábamos a una
corta distancia de un lugar que ha llamado siempre su atención y que hasta
ahora aún no han estado, que sería interesante ir hasta allá y conocerlo;
fuimos entonces pero no fue fácil ingresar en él, se debía contar con un
permiso especial, solo los miembros de su misma tribu eran los que habitaban en
ella, se cuidaban y se protegían de todo aquel que quisieran explotar sus
tierras. No sé cómo papa logro convencerlos o que les dijo, pero nos permitieron
entrar, sus vidas eran primitivas y eso fue lo más interesante. Ese lugar era
increíble, una verdadera obra de la naturaleza, rodeada por una extensa selva
de plantas de las cuales aún no se encontraba en el jardín de la familia Owen. Las
personas que habitaban en ese lugar se caracterizaban por sus rasgos físicos,
habían evolucionado de forma natural, pero algo distinto. Nos mostraron y
enseñaron cosas diferentes de todo lo que ya habíamos visto en otras partes,
nos contaron varias historias, pero solo una llamó por completo la atención de
nuestros padres, olvidándose por unos instante de nuestra presencia, esa
historia hablaba sobre la existencia de seres dentro y fuera de estas tierras,
hallándose un portal oculto en aquel lugar, entonces en ese instante mis ojos
se extraviaron, alejándome de ellos, llamando algo mi atención y me separé,
Christine fue conmigo, no sé cuánto caminamos ya cansadas y con hambre
serendipiamente (hallazgo afortunado e inesperado cuando se busca otra cosa)
encontramos una fruta, solo había una entre tantos árboles, la tome y cuando la
mordí, en ese instante mi cuerpo quedó en un estado casi catatónico, a punto de
perder la razón miré a Christine para que no la mordiera, en ese momento una
criatura con facciones casi humanas, me sujeto fuertemente pretendiendo
llevarme con él era viejo. Asusto demasiado a Christine, ella grito tan fuerte,
que me soltó y se ocultó rápidamente sin poder ver en donde, cuando me hallaron,
aún me encontraba con vida, mi cuerpo presentaba hematomas por lo fuerte que me
sostuvo, casi muero ese día; Christine estaba bien solo sufrió un trauma por lo
vivido en el momento. Nunca vieron a nadie junto a nosotras ese día, seguramente
ese portal estaba cerca donde pudo haberse ocultado.
Me trasladaron de inmediato a un hospital de mi país;
cuando desperté sentí un sabor Inefable en mi boca, no sabía por qué, (algo
increíble que no puede ser expresado con palabras) mi madre yacía junto a la
cama donde duré un tiempo; sabía lo mucho que me amaba, lo sabía porque siempre
me lo decía e igual yo a ella; al verme despertar la sonrisa en su rostro borro
la cantidad de lágrimas que sus ojos por tres días derramaron por mi, pude ver
la felicidad en su mirada. Mi padre se encontraba afuera de la habitación y en
ese momento entró dando aviso a los doctores, quedaron sorprendidos al verme
despierta, imaginaron que no lo lograría
púes la gravedad de mi estado daban a entender eso, debieron suponer que tal
vez los pocos residuos de fruta que encontraron en mi organismo, sería la
causante de mi muerte. No conocían su composición, ni su procedencia, esta era
etérea. (Extremadamente delicada y ligera, algo fuera de este mundo)
Después de un largo tiempo en recuperación mama no se
apartaba de mi lado, papa si lo hacía pues su trabajo lo exigía.
Ese episodio destruyo el fuerte lapso de amistad entre
ambas familias, culpándose ambos por el descuido, donde pasaron años sin
contacto alguno.
Aquella noche Christine me observó detenidamente, no era normal
su mirada, pero sabía lo que limerencemente pasaba en ella (estado mental
involuntario propio atracción romántica de una persona hacia otra) mis
feromonas estaban afectando su mente, podía ver en sus ojos como se alteraba
con tan solo verme, vi como sus manos deseaban tocarme, como sus labios, y todo
su cuerpo expresaban deseo por estar conmigo, cuando ingrese a su casa intenté
evadir toda mirada y todo contacto alguno; luego me pregunto quién era? ¿Por
qué me encontraba en su jardín? ¿Y qué me sucedía? sin responder a sus
preguntas le pedí que me prestara su baño para darme una ducha, me sentía sucia;
cuando salí, observé en ella la misma mirada, el mismo deseo, no entendía por
qué, pero al igual les confieso que en mi sucedía hacia ella lo mismo desde que
la vi.
Como lo mencioné anteriormente mis ropas se impregnan
debido a mi cuerpo que segrega una especie de viscosidad, tengo que retirarlas
rápidamente y limpiarme para neutralizar el olor por lo menos un poco, esa
noche estuve muy cerca de ser atrapada, una especie de gusano o larva salió
esta vez de entre mis ropas cuando se encontraban tiradas en el piso, tomándolas
para absorberlas y tomar por completo forma humana, pero aún seguía siendo
viejo. Lo vi mientras yo luchaba por entrar a esa casa.
Al salir del baño, Christine tenía ya ropas en sus manos,
Nuevamente pregunta si me encuentro bien, ¿por qué estaba desnuda y temblando
en su puerta? ¿Cómo había logrado entrar a su jardín? Seguía aún sin responder
a todas sus preguntas. Sentí un leve rose de sus manos y en su tierna voz la
tranquilidad después de mucho tiempo, vi en ella la dulzura de mi madre, supe
entonces que existía otra mujer que podía llegar más allá de mi corazón.
Un desgarrador recuerdo también atormentaba mi vida, mama y
yo nos encontrábamos solas en casa, y un día alguien ingreso sin que nos
diéramos cuenta, un sueño profundo me tenía indefensa, mi cuerpo traspiraba
fuerte e irregularmente lo cual atrajo su atención. Ella escucho un ruido,
dándose cuenta en el instante que no estábamos solas, y que me encontraba en
peligro, así que fue directo a mi cuarto, me despertó rápidamente y pidió que
me quitara la ropa, me encerró en el baño y se impregnó con ellas para salvarme.
Creo que ella pudo sentir otra vez el
temor por mi vida , alguien la atacó y la asesino, dejándome sola y con el
dolor más profundo en el alma, dejándome triste, apagada y con el corazón envuelto en lágrimas por ella, por
quien vivía y moría; morí aquel día ante
esa cruel realidad. Ahogándome cada día en mi
propio llanto, por su perdida, por la muerte inesperada de mi madre a merced de
un asesino. Vi pasar los años envuelta en soledad, vi como mi vida se marchaba
con ellos. Recordando e imaginando momentos vividos y sin vivir. Vi pasar
alegrías sin sentirlas y sentir tristezas en momentos de alegrías, Vi pasar el
tiempo sin que este se detuviera.
Pues poco importaba la
muerte en mi vida, si ya tenía tan profundas heridas.
Papa fue recluido en sitio de descanso mental. Tanto era el
amor que sentía por mi madre que no pudo soportar su partida, sintiéndose
culpable por su muerte, por no haber estado en ese momento para protegernos; su
mente se desconectó en la búsqueda del responsable, dejándome aún más sola.
No sabía aún como responder a todas las preguntas que
Christine hacía, no sabía con exactitud donde me encontraba y quien era ella,
le pregunté que si esta era la casa del doctor Robert Owen y su esposa Claris.
Quedando sorprendida al escuchar los nombres de sus padres… ¿quién eres? ¿Por
qué preguntas por ellos? le dije que mi nombre era Celine quedando más
sorprendida de lo que se encontraba, una inmensa alegría se reflejó en su
rostro diciéndome el suyo, dándome un fuerte abrazo y haciendo más preguntas de
las que ya había hecho, ¿que dónde había estado todo este tiempo? ¿Por qué no
habíamos intentado comunicarnos con ellos? ¿Dónde se encontraban mis padres en
ese momento? la verdad no sabía con claridad por qué dejamos todos de tener
comunicación.
Me dijo que sus padres habían muerto, los habían asesinado
y que sus muertes fueron en circunstancias muy extrañas.
Quede sorprendida por todo lo que me conto, pero aún más sorprendida
en lo hermosa que era. No sé si eran mis hormonas o realmente sucedía algo más
en mí, lo cierto es que era imposible dejar de mirarla, quería abrazarla, no sé
si por la tristeza que sentía, por la alegría de verla nuevamente o por un amor
que emergía de mi hacia ella en ese momento.
Realmente Christine se había convertido en una mujer muy
hermosa, aprendió todo lo que pudo de sus padres y mucho más de lo que incluso
ellos llegaron a enseñarle, era inteligente, audaz, tímida; su cuerpo desfogaba
a su edad cualquier tipo de deseo. Si no me hubiese visto desnuda, hubiese
pensado que era un hombre.
Debido a la inseguridad que constantemente vivía, tuve que
cambiar mi aspecto físico tomando hormonas masculinas, para que estas me
ayudaran hacer más fuerte.
Dijo que no imaginó que yo era quien me encontrara en su
puerta frente a ella y mucho menos bajo esas condiciones, que le alegraba
verme, que lamentaba también lo que a mis padres les había sucedido, pero a diferencia era que uno de los míos seguía
vivo y que quizás se podría hacer algo por él, dijo que me ayudaría en eso.
Hablamos tanto y de tantas cosas de lo que nos sucedió en la vida que poco a
poco y sin darnos cuenta, una atracción nos impulsaba cada vez más en una
mirada, en una sonrisa y en un fuerte deseo, terminamos por guardar silencio y
ese silencio avivó la cercanía, convirtiéndose esta en pasión, donde terminamos
haciendo el amor. Jamás habíamos estado con una mujer. Pero esa noche fue
diferente para ambas, solo queríamos estar juntas, la deseaba tanto que todos
mis poros se abrieron por lo cálido de su cuerpo, me entregue a ella por
completo y terminé impregnándola sin saberlo. Cuando desperté, ella estaba totalmente
desnuda, sentí el deseo que puede nacer
de una mujer hacia otra y que el verdadero amor tarde que temprano te encuentra.
Pero la felicidad no duro para mí, de repente aquel extraño olor lo siento en
su piel, pensé que sería algo pasajero, le pedí que entráramos al baño con un
beso, ocultando temor en mi comportamiento. Pero al salir, aquel olor sigue en
ella, su cuerpo olía diferente, ella olía a mí.
Después de un rato de silencio y sin saber cómo contárselo
tomé valor, tengo algo importante que decirte, espero que lo entiendas, tú ya
haces parte de mi vida, pero sucede algo con migo, quiero que sepas que no fue
mi intención colocarte en esta situación, pero estarás en peligro siempre si te
vas o te quedas a mi lado. Recuerdas que anoche no respondí a todas tus
preguntas, hay un olor en mi cuerpo desde el día que comí la fruta atrae a la
cosa que vimos, ha estado detrás de mí por años. tu ahora llevas ese aroma en
tu cuerpo no sé cómo pudo pasar, jamás había estado con alguien para saber que
podía impregnarle, de verdad perdóname. La sentí y vi muy tranquila con todo lo
que le contaba, le pregunté que si podía sentirlo respondió que no, ella sabía
que podía hacer algo para eliminarlo, había confianza y tranquilidad en su voz,
la ame más en aquel momento.
de tantas veces que hicimos el amor no nos dimos cuenta,
que él ya se encontraba dentro de la casa y percató el olor también en ella,
esperando el momento oportuno para atacarnos, ocultándose todo ese tiempo, creo
que años atrás ya había estado en esa
casa, porque juro que revisamos y aseguramos todo. Días después, creamos una derivación
de una planta que sus padres trajeron cerca donde se encontraba ese portal, de
tantos intentos fallidos con otras esta
fue la que funciono. fui la primera en probarla donde en ese instante nos
atacó, no entendía como alguien tan longevo podía someternos, la fuerza que
tenía, no la podía comparar ni con la de mi padre, ví como sujeto por la fuerza
y violó vilmente a Christine ante mí impotencia, , tapaba su boca haciéndolo
una y otra vez, y mientras lo hacia él rejuvenecía; como podía estar pasando
eso, no sabía porque , ella se encontraba ovulando y era el momento perfecto,
ella no alcanzo a tomado la cura; quede inconsciente de tanto dolor, no sé si
de los golpes que recibí en la luchado contra él o de la impotencia por ver
todo lo que le sucedía a ella… Luego destruyó todo, llevándosela con sigo a un
lugar desconocido.
Había perdido también a Christine, mi alma, mi corazón y mi
mente se encontraba atrapada ante aquella penosa situación, otra vez estuve a
punto de morir en vida. Pero por qué de nuevo? Me pregunte una y otra vez. Debía
encontrarla y recuperarla, ya mi vida tenía sentido y era ella, ya la muerte
cobraba valor.
La noche que llegué a casa
de Christine, doña
Raquel quien cuidaba de ella y de toda la casa, no se encontraba, había salido
de viaje donde tardo poco tiempo en regresar, y cuando llegó todo estaba vacío,
esta había sido saqueada, y el jardín destruido, la mayor parte de lo ocurrido
fue por él, los saqueos se presentaron por personas que se dieron cuenta que
estaba vacía ya que por varios días su puerta principal perduro abierta, cuando
desperté olvide cerrarla al salir.
Doña Raquel no tenía ni la
menor idea donde se encontraba Christine, no
había ningún otro familiar donde pudiese estar, aquella escena se le hizo
familiar, temia que le hubiese sucedido lo que un día paso con sus padres,
quienes aparecieron muertos en circunstancias a un no establecidas en las
investigaciones, las autoridades informaron que alguien ya se encontraba en la
casa y que no entro por la fuerza, tomándolos desprevenidos, la primera en
morir fue la doctora Claris que se encontraba en la cocina mientras preparaba
algo de tomar para su esposo el doctor Robert Owen, él estaba en el laboratorio
estudiando y creando antídotos para diferentes enfermedades que aparecieron. Ellas
fueron quienes encontraron los cuerpos ya sin vida.
Muchas cosas pasaron por
su cabeza de doña Raquel mientras intentaba saber dónde estaba Christine, incluso pensó que alguien le había
hecho daño y que su cuerpo se encontraba sepultado en alguna parte de la casa,
pero como saber dónde, lo más seguro era en el jardín, ya que se veía la tierra
removida; desesperada hurgo teniendo la esperanza de poder encontrarla aún con
vida, no sabía cuánto tiempo había pasado. Esperaba hallar su mano o sus ropas
envuelta entre la tierra, no sabía realmente lo que podría encontrar. Busco por
todas partes donde resaltaba la tierra y cuando no encontró nada por fin, su
esperanza por hallarla con vida llenaba su corazón de sublime pálpito.
Se preguntaba qué había
pasado mientras estuvo fuera de casa en tan poco tiempo, pregunto a las pocas
personas que vivían a su alrededor, pero nadie dio información o vio algo al
respecto.
Tardé varios días en
recuperarme, mi situación económica no
me permitía buscarla, tuve que recurrir a cosas de las cuales no me siento
orgullosa, haciéndome pasar por alguien que no era para poder conseguir dinero
y llegar al lugar donde fuese que estuviera, nunca dejaría de buscarla, pues mi
vida no tenía sentido si no estaba junto a ella; estábamos perdidas entre el
tiempo y la distancia, envueltas entre tanta
niebla que no podíamos ver nuestros propios pasos y estos se acortaban a
nuestro andar, recorríamos un camino sin dar alguno de ellos. Cada día el dolor era tan profundo como la herida en mi corazón y
mientras más avanzaba mis ojos la perdían de vista en el tiempo que se presenta
entre ella y yo, entre ese tiempo y el destino, entre ese tiempo y el olvido. Estabas
tan pérdida que solo Dios podía verte, estoy tan desesperada que quizás no
estaré ya en tu mente. Cada paso en ese largo camino busco un lugar donde poder
encontrarte, opacas el olvido en mi memoria, y vives en mi soledad. Deseo poder
tenerte a mi lado, tu aroma pertenece al viento y yo soplaré solo para ti, lo
haré tan fuerte que podrás sentirme y aumentare tu amor por mí. Volverás aunque
el tiempo se detenga en cualquier lugar, solo tú y yo podremos encontrarnos,
amarnos y olvidarnos, pronto será el final de tan cruel agonía, recuérdame.
El antídoto que Christine creó controló el desorden
hormonal, había desaparecido el olor en mi cuerpo por ahora, por primera vez
podía estar más tranquila.
Pasó el tiempo y anduve sin rumbo alguno,
buscando la forma para regresar a casa, ya estando en mi país podía encontrar
información que me ayudara a saber a qué me enfrentaría, solo había alguien que
podía decirme más sobre ésta, y esa persona era mi padre. Pero cómo podría
preguntarle a él si su mente aún estaba confusa? ¿Cómo podría saber si su mente
aun recordaba algo que había pasado muchos años? solo él podía ayudarme, él era
mi salvación en este momento debía recordar toda la historia que le fue contada
sobre los seres que entraban y salían de esta tierra por medio de un portal.
Ese día que me alejé de ellos, se quedaron escuchando atentamente todo, él tenía
más información.
Cuando fui a visitarlo, su
mente se encontraba mejor, me sorprendí
al ver que el tiempo para el ya no actuaba en su contra. Tardó unos segundo
para reconocerme, por fin yo ya estaba en su memoria. Su mirada estaba
fijamente puesta en mí, puedo decirles que en su abrazo, olvide su ingratitud
por haberme olvidado, una inmensa alegría recorrió mi corazón de nuevo, por
recordarme, aunque ya no me veía físicamente de la misma manera.
Después de abrasarnos
lloré como nunca, todo mi dolor, mi miedo y mi tristeza papa lo pudo sentir; en
ese instante quería morir en vida. luego consoló mi llanto y le pregunté que sí
recordaba el día que me había extraviado? estaba tratando de hacerlo. Había a
un muchas cosas en su cabeza, entre esto la fuerte discusión que tuvo con los
padres de Christine, pues
al igual ellos le reclamaron por qué su hija también se perdió ese día;
culpándose entre ambos por quién de nosotras dos convenció a la otra para
alejarse; acusaciones iban y venían, pero más fueron de mis padres hacia ellos
porque fui la que realmente estuve en peligro, no se daban cuenta que solo
éramos unas niñas y que la curiosidad nos llevó a cometer aquel casi fatal
error. Entonces recordó todo lo sucedido en ese momento e incluso me contó algo
más, dijo que esa criatura no era de otro lugar, si no de otro tiempo, que
hasta el momento solo era él quien entraba y salía en busca de algo; que se
ocultó y nos estuvo observando después de que nos encontraron.
Lo que me conto fue entonces
que descubrí el lugar donde la pude
hallar.
Tenía aún muy poco dinero, pero sabía que este me
alcanzaría para poder llegar hasta allí; fue un largo viaje. Volví a ese lugar
presentándome como la niña perdida para poder acceder, contándoles todo lo que
sucedía, pero antes de llevarme a ese lugar me contaron otra historia que le
había pasado a una hija de ellos, esa criatura también la tomo a la fuerza y la
embarazo, luego cuando el niño nació vino por él y se lo llevo, que hasta ahora
no saben nada de su paradero. Luego de eso me llevaron cerca donde creían saber
quedar la entrada del portal. Cuando me encontré parada justamente en ese sitio,
sentí a Christine, su aroma estaba cerca; no voy a negar que tenía un poco de
miedo, algo desconocido se encontraba más allá de mi vista y debía enfrentarlo,
pero más grande era mi temor si la perdía de nuevo, fue eso el motivo para
tomar valor y cruzarlo, al hacerlo, todo a su alrededor era una extensa selva
que cubría la mayor parte de mi vista, me di cuenta que estaba en otro tiempo y
que lo cierto era que Christine se encontraba cerca. Aún no la podía ver, pero
la ansiedad por tenerla pronto frente a mi descontrolaba mi mente, a unos pocos
pasos encontré una escultura que parecía real, era humana, daban la impresión
de estar vivo, pensé por un instante que era él, custodiaba esa entrada, era
una especie de guardián y parecía olvidado. Había algo interesante en él, sus
ojos eran diferentes, uno de ellos de color azul y el otro oscuro. La posición
de su cuerpo y su mirada indicaban un lugar, caminé y mientras lo hacía sentí que
me observaban, sentí varias presencias. No podía ver claramente que eran, pero
me seguían, y se ocultaban, entre los árboles, al mirar atrás, esa escultura ya no se encontraba parada en
la entrada, no di importancia a eso. Entre más caminaba, más cerca la sentía,
al fin pude ver a Christine, estaba viva, y estaba de nuevo ante mis ojos, no
hubo palabra para describir lo que sentí en aquel momento, ya nada volvería a
separar nuestro amor. No sé qué tiempo era ese, pero ella había cambiado un
poco físicamente, aquí era mayor, pero eso no importó para mí, la amaba y solo
quería estar junto a ella.
Aquel lugar era el mismo de donde acababa de entrar pero en
otra línea de tiempo.
Unas niñas empezaron aparecer, estaban escondidas en todas
partes, ellas se parecían un poco a mí, sus ojos eran azules como los mío, pero
su piel era un poco más oscura, ellas eran las que me seguían, pero no vi al
guardián por ningún lado, les pregunté por él, y nos dimos cuenta de que
alguien más había y que no lo habían visto en todo ese tiempo. Debíamos salir
rápido de ese lugar, él fue a informarle a la criatura de mi presencia.
Pero antes de salir Christine me dijo que todas ellas eran
sus hijas y que no se marcharía sin ninguna, porque su padre quien se llama
Itanob pretendía hacer algo con ellas, cuando entraran a la madurez y faltaba
muy poco tiempo para eso.
Teníamos que regresar pronto a casa y producir más antídoto
para todas. El asunto era que no contábamos con más planta para eso y que en ese
lugar no había, mucho menos en casa de
Christine.
Itanob fue en búsqueda de miembros de su misma especie, que
se encontraban en otro lugar no muy cerca, ocultos bajo cueva, eran una raza
llamada Noboa, eran criaturas las cuales no se desarrollaron por completo,
estaban viejas y pronto morirían, pero él no estaba dispuesto a que esto
sucediera, sus hijas eran la clave para
impedirlo, les haría lo mismo que un día el hizo con Christine para volverlos
jóvenes y fuertes.
Continuara…
Comentarios
Publicar un comentario