El niño de las 11 pm
Seudónimo: La Maestra
La educación es como un árbol: se siembra
una semilla y se abre en muchas ramas. Sea la gratitud del pueblo que se educa árbol
protector, en las tempestades y las lluvias, de los hombres que hoy les hacen tanto
bien. Hombres recogerá quien siembre escuelas. ˡ
José Martí
─¡Este niño no se está quieto! Es cada noche
mi único acompañante. ¿Qué será lo que pasa por su pequeña cabecita? ¿Cómo se acuerda
uno de cuando era niño?
La memoria, que cosa tan loca, hay memoria
de lugares, de olores, de rostros, de sentimientos, de muchas cosas. Unas que no
hay forma de recordar y otras que quieres olvidar y aparecen a cada rato.
─El
tiempo y la memoria. Hay tiempo perdido en las memorias y memorias perdidas en el
tiempo. A veces no sé si son mías o recuerdos de otros. Debe ser la vejez, o la
pérdida de la juventud, que hace que lo pasado parezca un libro de muchas páginas
y no todas están escritas. En ocasiones abres una de esas páginas en blanco y no
puedes descubrir que había en ella, otras están escritas en un lenguaje en el que
los hechos parecen las acciones de otros, en donde no estamos y si estamos no nos
enfocamos en nuestra memoria, solo vemos la de los que ya no están. Rostros de aquellos
que por momentos tratamos de descubrir y son solo marionetas que danzan y se mueven
en medio de lugares que no sabemos si existen o son creados por nuestra imaginación.
Al regresar a Guantánamo, mi pueblo natal,
después de muchos años, me impresioné porque las calles y los lugares eran más pequeños
de como los recordaba, era la memoria de la niña que recorría esas calles. Los lugares
también guardan los recuerdos de aquellos que los han habitado, bueno eso dicen,
pero yo puedo decir que los que los han habitado guardan la imagen del tiempo que
queda atrapado como una fotografía. La memoria es un álbum completo de la historia
de aquellos que han vivido en el mismo espacio y tiempo. No hay recuerdos de tiempos
en los que el cuerpo no haya estado en el espacio que se recuerda.
Existe la memoria de lo que otros han contado,
la memoria histórica de lo que otros han vivido, que muchos llaman conocimiento,
el recuerdo de lo que se ha leído, escuchado o visto. Con los años se confunde lo
vivido y lo aprendido. En ocasiones me pregunto:
─¿Lo viví, o es parte de mi memoria aprendida?
¿Ese rostro es de mi memoria o de algo que vi? ¿Esa voz? Este niño hoy ¿No es el recuerdo de aquel del
que no se ni el nombre?
Él sigue su juego inocente, repitiendo palabras
que no tienen sentido, lenguaje de un niño de 4 años. ¡Lenguaje! También existe
el lenguaje de la memoria, las palabras de los lugares y la memoria de las palabras.
Una palabra puede recordar un lugar y hay lugares que sin las palabras no se recuerdan.
Una canción, un momento y una historia, quizás sin la canción nunca se recordaría.
Mi pequeño acompañante a veces no se acuerda
de mi nombre, pero si traigo un color diferente en el pelo lo nota. El recuerdo
fotográfico que queda en nuestra memoria, esa cara con un peinado diferente puede
hacer que nos preguntemos:
─¿Por qué mi recuerdo se modificada? Siempre
queda fresca la última versión, aunque lo anterior este ahí y salga cuando menos
lo imaginamos.
Dicen que solo podemos recrear lo que hemos vivido e imaginar
sobre lo que se conoce. No existe ficción que no sea la recreación de lo que se
ha visto, escuchado o imaginado, sobre lo que existe. Se crea un avión para volar
porque se ha visto volar a un pájaro, un barco porque hay algo que hemos visto flotar,
queremos ir a la luna porque la podemos ver y a otros lugares porque imaginamos
que existen sobre lo que ya hemos visto, entonces se crea sobre lo ya creado. Ah,
la fe, sobre lo que no se ha visto, pero existe la idea que ahí está, se cree en
el infinito porque conocemos lo finito, aunque es difícil imaginar lo infinito porque
solo hemos visto lo finito.
Las once y la madre no llega. Juntos el niño
y yo, inventamos la espera, él escucha los ruidos y me pregunta:
─¿Qué es?
─Puede ser el aire acondicionado, o un carro
afuera. Es solo un ruido afuera ─Se asusta y corre a abrazarme.
El miedo. Existe el miedo a lo que no conocemos,
pero también el miedo a lo que conocemos. ¿Qué será peor temerle a lo desconocido,
o temerle a lo que ya sabemos hace daño? Difícil, pero si le temes a lo que hace
daño lo puedes evitar, aunque hay quien corre a lo dañino, ¿Masoquismo?
La noche se hace especial entre él y yo,
hay complicidad en nuestras miradas cuando el resto de los niños se va. Entonces
nos vamos al frente, yo a la computadora y el a dibujar. El frente es mejor porque
es pequeño y allí, mi compañero y yo, podemos estar más confiados, hay menos frio
y en el reducido espacio cada uno deja volar su imaginación. Él con los colores
y yo con las palabras.
Las palabras, que cosa más compleja, un torbellino
de ellas puede llegar y arrasar con mi mente y hacerme correr a escribirlas para
no perderlas. Otras veces se van y aunque las busque no puedo encontrarlas, aunque
siempre están allí. Hay palabras en un idioma y palabras en otro, o ¿Serán versiones
de la misma palabra? Porque al final dicen lo mismo sobre lo mismo. No importa como
es en un idioma, es la misma cosa en el otro, aunque no se diga igual. Es amor,
or love, ou l'amour, ya da aşk, eller kjærlighet, ya se, ni busquen el idioma,
es amor. Complejo, porque si lo dice otro, en otro idioma, puede que nunca sepas
lo que dice. Porque así es con los idiomas, si no lo sabes, no lo sabes. ¿Qué cosa
más compleja? ¿Si Dios confundió las lenguas para que los hombres no se entendieran,
por qué permitió que existieran los intérpretes? Digo, es complejo.
Es tarde y el tiempo de: “Llegó mami”, o
“Mom is here” se acerca. Es el momento más feliz para los dos. Para él porque es
la seguridad de que no lo van a dejar aquí, porque para el niño, aunque pase mucho
tiempo y tenga la rutina del ir y venir, siempre está el miedo, aunque no lo diga,
la inseguridad si vendrán por él. Es ese momento, en el que mami se va, cuando comienza
el periodo de duda, que a veces olvida por el juego, pero luego recuerda, sobre
todo cuando se acerca la noche y los otros niños comienzan a irse.
Duda que desaparece cuando suena el timbre
and “Mom is here”. Para mí, es el momento feliz de la ansiada libertad, la que todos
sentimos cuando ha terminado el trabajo. Porque el trabajo es liberador, pero la
libertad después del trabajo es el clímax, porque el trabajo te limita, te encadena,
te obliga a un espacio y aun tiempo que no es tuyo. Pero amamos el trabajo y lo
necesitamos, es como a amas a tu pareja, aunque joda a veces, la amas y la necesitas.
Como el yin y el yang.
Ahora sí: “Mom is here”. Porque Ryan habla
cualquier cosa, pero entiende solo inglés.
Referencia:
ˡ Obras Completas. La Habana, Editorial de
Ciencias Sociales, 1975. -- t. VII. p.157.
NUEVAS ENTRADAS DE
OBRAS AL II CONCURSO INTERNACIONAL DE CUENTO PRIMIGENIOS
El II Concurso Internacional de Cuento
Primigenios publica de manera exclusiva las obras concursantes en el blog de la
Editorial “Memorias del hombre nuevo”. En esta edición un jurado determinará el
cuento ganador, pero la interacción de los lectores con los cuentos publicados
es algo importante para la promoción y divulgación de la obra y los contenidos
editoriales de Primigenios, Lunetra e Isliada.org.
Las obras publicadas en el blog no han
sido editadas ni corregidas, según la regla del Concurso. Los autores son
responsables de las erratas que puedan aparecer.
El Concurso Internacional de Cuento
Primigenios ha recibido hasta la fecha más de 50 obras ya publicadas en el blog
“Memorias del hombre nuevo”, para que los lectores puedan acceder a todos los
cuentos concursantes. Además se publicarán las estadísticas de lectores por
obra y otros datos de interés que nos permitirán promover la lectura y el amor
por la nueva literatura, esa que se escribe desde cualquier lugar del mundo.
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