Ir al contenido principal



 

Ser original

Isbel González González

 

 

Vamos a hacer algo absurdo. ¿Para qué? Para ser originales. ¿Y para qué ser originales? Para ser diferentes a los demás. ¿Y eso para qué? Porque es importante no parecerse a otros. No entiendo. Bueno, no importa, ¿lo hacemos? ¿Qué? Chica, algo absurdo. No, es mejor hacer el amor. ¿Tú no entiendes que eso lo hace todo el mundo desde siempre? Es que a mí me gusta. Pero no es absurdo ni original. Vamos a suicidarnos. Chica, eso es más viejo que hacer el amor. Entonces, ¿qué hacemos? Mira, vamos a creer en la política. No, eso no. ¿Por qué, eso no es absurdo? Sí, pero ya existen gentes que creen en esas cosas. Pero de mentira, nosotros vamos a creer de verdad. Algunos creen de verdad. Pero esos son unos estúpidos. Entonces nosotros seremos estúpidos también. No, ahí radica el absurdo; seremos dos individuos inteligentes que creen en la política. No, piensa otra cosa, eso es muy difícil. Bueno entonces vamos a matar una vaca e ir a venderla en la estación de policía. Mejor a una persona. Pero eso no es absurdo. Muchacho, le decimos que es carne de res. Te repito que no es absurdo, cuando se den cuenta que es sólo carne humana nos sueltan y ya. Mientras crean que es de res pensarán que es absurdo, después les decimos que es humana para que nos suelten, pero mientras tanto seremos originales. Bueno, ¿a quién matamos? Ah, no sé, a un inútil. Ya sé, a un funcionario. Pero matar a un funcionario no es absurdo. ¿Entonces a quién? Vamos a convencer a alguien. ¿A quién? A cualquiera, siempre sobra gente que está dispuesta a morir por cualquier causa. Oiga señor, ¿me permitiría usted que lo mate? No te hizo caso. Señorita, necesito que se deje matar un momento. Nada; mira, esto no será tan fácil. Bueno mátame a mí. Si te mato no harás nada absurdo, sencillamente te morirás. Entonces córtame un brazo o una pierna. Mejor la pierna. No, esa no, mejor la izquierda, la derecha tiene un esguince. ¿Y eso qué? Si vamos a vender carne que sea de primera. Tienes razón. ¡Aaaaaah! ¿Te dolió? Algo, algo. Tienes que ir al hospital. No, hazme una mordaza, si voy al hospital antes de vender la carne la policía se va a enterar. ¿A cuánto la vendemos? Barata, tiene que ser bien barata. ¿Y eso por qué? Para que sea más absurdo. Yo prefiero venderla a buen precio, el dinero siempre hace falta. Oye, que no. Sí, acuérdate que yo soy la que daré la cara a la policía. Pero resulta que yo di la pierna, y la vendo al precio que me dé la gana. Pero yo soy la vendedora. Ah sí, pues devuélveme la pierna, no la voy a vender. Coge, métetela por donde mejor te quepa, tú eres un cojo imbécil. Y tú nunca vas a hacer nada original.

Comentarios

  1. El humor y la necesidad de la comprensión hacia eso que se expresa como la innegable capacidad de retribuir lo absurdo desde lo ajeno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esto lo dijo Duandy, pero no supe ingresar el nombre

      Eliminar
    2. ja, ja me gustó este debate por querer ser original en la venta de la carne . muy bueno

      Eliminar
    3. Jjjjjjj kafkiano siglo 21, el hombre nuevo?

      Eliminar
    4. Ya este lo había leido u escuchado. Realmente un cuento que hace reir, me hace meditar y me convida a ser más absurdo como ser humano.

      Eliminar
  2. 😯🙄 me impacto todo fue tan rapido tan adsurdo la mutilacion en fin lo lei en voz alta para mi hijo q es musico baterista de Katarsis le encanto.lo copie para seguur disfrutandolo. Gracias eres genial.

    ResponderEliminar
  3. Eficaz tentativa de apresar un momento luminoso por el genio creativo del escritor, pero sin que llene su propia expectativa al final, esta que despierta en el lector el absurdo heredado de Virgilio Piñera, y la carga de actualidad y crítica que posee la narración. No obstante agradezco el esfuerzo, el talento, por mantenerme en atención y esbozar alguna sonrisa.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Genial como siempre, Isbel. Eres una de mis referencias al escribir.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

  Nuevos títulos de la editorial primigenios   Qué fácil sería si sólo se tratase de ser recíproco. Qué sencillo hubiese sido si no tuviese tanto que decir. Cuando el pasado 9 de marzo Héctor Reyes Reyes me envió el poemario "Veinte gritos contra la Revolución y una canción anarkizada ", para que le escribiera el prólogo, sentí que de algún modo nuestra amistad corría por los más sinceros senderos, y ¡eso que hacía nueve largos años que no nos veíamos! No recuerdo bien cómo conocí a Héctor, pero estoy casi seguro que fue al final de algún que otro malogrado concierto de rock o alguna madrugada a la sombra de un noctámbulo trovador, todo esto en nuestra natal ciudad Santa Clara. Lo que sí sé es que para finales de 1993 era ya un asiduo contertulio a mi terraza del barrio Sakenaf. Para ese entonces en nuestras charlas no hablábamos de poesía, y mucho menos de poetas, sino más bien sobre anécdotas y relatos históricos en derredor a mi maltrecho librero.Tendría Héctor unos 14 a
 Tengo menos de un dólar en mi cuenta de banco y sigo publicando libros de otros.   A menudo me pregunto si vale la pena el tiempo que dedico a publicar libros de otros. Son muchas horas a la semana. Los días se repiten uno tras otro. A veces, en las madrugadas me despierto a leer correos, mensajes y comentarios en las redes sociales sobre esos libros, a los que he dedicado muchas horas. Algunos de esos comentarios me hacen dudar de si estoy haciendo lo correcto. No por las emociones negativas que generan algunos de esos comentarios, escritos por supuestos conocedores de la literatura y el mundo de los libros. Desde hace mucho tiempo, estoy convencido de que existen dos tipos de personas en el mundo: los compasivos y los egoístas. Los compasivos (y me incluyo en ese grupo) vivimos en el lado de la luz, los egoístas no, por mucho que brillen en sus carreras, en sus vidas, o profesiones, son seres oscuros. Ayudar a otros, no pensar en uno, dedicar tiempo para que otros puedan lograr sus
 COMO SI ESTUVIERAN HECHOS DE ARCILLA AZUL COMPILACIÓN DE CUENTOS DEL SEGUNDO CONCURSO INTERNACIONAL PRIMIGENIOS Un maestro dijo una vez que se escribe para ser leído, pero si la obra no se publica, resulta difícil llegar a otros. En aquel entonces, no existían Instagram, Gmail, blogs digitales, ni siquiera teníamos internet, computadoras o teléfonos inteligentes. Por lo tanto, esa frase no es aplicable para explicar el Concurso Internacional de Cuentos Primigenios. Por lo general, los autores que participan en certámenes literarios tienen tres objetivos principales: publicar, obtener reconocimiento y visibilidad, o ganar un premio en metálico. El Concurso de Primigenios, organizado por la Editorial Lunetra y el blog de Literatura cubana contemporánea Isliada.org en su SEGUNDA edición, cumplió con estos tres objetivos, pero con una gran diferencia: los cuentos enviados a la editorial fueron publicados en el blog "Memorias del hombre nuevo". Aunque esto no es algo novedoso,