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Estado de pánico

Seudónimo: Esperanza

 

Veloz como el viento caminábamos, buscando la salida del Hospital "Salvador Allendeˮ, quedé detrás, evitaba chocar con las voces descontroladas que gritaban -Pinja… Pinja-; he irrumpían golpeando mi tímpano como una campana en reverberación. En corte directo, el oído aludido respondió al mandato de la voz aguda e imponente de mi amiga - apúrate y cierra las piernas, que las Pinjas están por todas partes-.

 De inmediato los ojos en aviso intentaron ubicar el agresor, - juro que no solo las piernas se tensaron_, rápidamente mi mano cubrió la boca como una señal; con un audaz movimiento ocular descubrí los oídos desprovistos de cualquier protección; pero sentía que no eran los únicos que la necesitaban, y francamente solo atinaba a correr.

En la guagua, mi amiga seguía parloteando, estaba indignada; la miré y me quedé impávida, trataba de entender porque a su alrededor volaban Pinjas de todo color mientras ella seguía hablando.

" No sólo de Pinjas vive el hombre”

 

Comentarios

  1. Me gustó porque es un hecho real sobre todo la situación estresante que tuvimos como profesionales de salud de guardia para estar siempre al lado de nuestro pueblo que necesitaba atención médica al hospital Salvador Allende(Covadonga)...Es una experiencia personal vivida de Covid dónde aprendí la Solidaridad, el Humanismo...y que el médico no abandona sus pacientes que sea en el buen o mal momento siempre estar atento a ellos porque aquí Nadie se Rinde por otras cosas que sea prioritaria que la Salud Humana.

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  2. Fue el Dr. Placide Eddy Onianguet,formado en esta isla (Cuba)

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  3. Una historia que cada dia se vive en Cuba,todos nos hemos sentido en algun momento invadidos por esas "pijas" en el aire que muy pocas veces son usadas en tono amistoso, casi siempre vienen acompañada de ira, frustración y nadie sabe como termine ese dialogo,en el cual tu no has participado pero la comunidad te hace complice.

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  4. ¡Excelente, muy bueno! Una situación real que vemos a diario en todas partes, las colas, las guaguas, ¡hasta en los centros de trabajo!

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  5. Gracioso y colorido de la cultura cubana. Perfecto cierre.

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  6. Maravilloso, es algo que vivimos cada día y las p no se detienen se ha conventido en una palabra común que destruye la imagen del que la dice,magnífico escrito.

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  7. Maravilloso. Es el espejo de la cotidianidad del cubano. Felicidades a su autora y la exhortación a seguir escribiendo. Dios te bendiga

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  8. El cuento tiene una buena enseñanza. Es perturbador tener que vivir al lado de la vulgaridad. La frase clausural le da un toque magnífico para el cierre de la obra.

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